Tales of Mystery and Imagination

Tales of Mystery and Imagination

" Tales of Mystery and Imagination es un blog sin ánimo de lucro cuyo único fin consiste en rendir justo homenaje a los escritores de terror, ciencia-ficción y fantasía del mundo. Los derechos de los textos que aquí aparecen pertenecen a cada autor.

Las imágenes han sido obtenidas de la red y son de dominio público. No obstante, si alguien tiene derecho reservado sobre alguna de ellas y se siente perjudicado por su publicación, por favor, no dude en comunicárnoslo.

Showing posts with label Miguel Sawa. Show all posts
Showing posts with label Miguel Sawa. Show all posts

Miguel Sawa: Un desnudo de Rubens

Miguel Sawa, Un desnudo de Rubens, Relatos de terror, Horror stories, Short stories, Science fiction stories, Anthology of horror, Antología de terror, Anthology of mystery, Antología de misterio, Scary stories, Scary Tales, Science Fiction Short Stories, Historias de ciencia ficcion, Salomé Guadalupe Ingelmo


El loco había sacado la cabeza por entre los barrotes de la ventana —una cabeza espantable, de cabellos erizados, que se movía incesante con movimientos nerviosos— y me llamaba con gritos de desesperación.
¡Caballero! ¡Si quisiera usted hacerme el favor de oírme unos momentos!... Tengo que revelarle un secreto importantísimo... Escúcheme usted por lo que más quiera en el mundo... Sólo unos momentos... Acérquese usted sin miedo... Yo no hago mal a nadie... Yo soy un pobre loco inofensivo...
E interrumpiéndose y clavando en mí sus ojos de fiebre:
—Mire usted, caballero, no quiero engañarle. Yo no sé decirle a usted en verdad si estoy loco o estoy cuerdo. ¿La razón es el don de pensar que Dios ha dado a los hombres para diferenciarlos de los animales? Pues entonces, a pesar de lo que digan los médicos, puedo asegurarle a usted que estoy en el pleno dominio de mis facultades mentales. ¡Qué más quisiera yo que mi cerebro hubiese dejado de funcionar regularmente! ¡Qué más quisiera yo que verme libre del tormento de pensar!
Y después de una pausa:
—Creo que vivimos equivocados. ¿Por qué considerar la inteligencia —¡oh vanidad humana!— como un privilegio, como una gracia suprema? ¡Cuánto más felices que nosotros los animales, libres del dolor del pensamiento! Todos los males del hombre tienen su origen en el cerebro. Yo he pedido al médico que me amputase el mío, como si fuera un tumor, pero no ha querido hacerme caso. ¡Los médicos son tan imbéciles! Créame usted, yo sería feliz si no pensara, si no recordara que...
Y girando cada vez más descompasadamente, más frenéticamente la cabeza, siguió diciéndome:
—¡Que no se entere nadie, que nadie escuche lo que voy a decirle!... ¡Me va en ello la vida! Caballero, soy un miserable: ¡he matado a mi mujer!
Y tapándose la cara con las manos como si se sintiera horrorizado de sí mismo:
—¡Sí; soy un miserable! ¡No merezco perdón de Dios ni de los hombres! Pero no se marche usted... Tengo que contarle la historia... Toda la historia... No crea usted que soy un asesino vulgar... Cuando usted sepa...
Sus ojos se llenaron de lágrimas:
—Yo puedo decir como Otelo: «mi cólera es como la de Dios, que destruye los objetos que más ama.»
Hizo una pausa, y después, algo más sereno, aunque siempre moviendo la cabeza vertiginosamente, continuó:
—Pues verá usted: yo estaba muy enamorado de mi mujer. ¿Cómo no sentir el amor ante aquel prodigio de la Naturaleza? Dios al darla vida dijo: «Ahí va mi obra maestra.» No puedo describir con palabras su belleza porque no las hay que den idea de lo que era aquel portento de encantos y de gracias. Ya le digo. a usted: la obra maestra del Gran Artífice.
La voz del loco se hizo musical; al hablar parecía que cantaba.
—Puedo asegurarle a usted —continuó— que la felicidad no es una mentira. Yo he sido feliz como no lo ha sido nadie en el mundo. El hombre que ha poseído a la mujer amada no tiene derecho a negar la felicidad.
Hizo otra pausa; ahora su voz se tomó bronca y al hablar parecía que lloraba.

Miguel Sawa: Judas

Miguel Sawa:, Judas, Tales of mystery, Relatos de terror, Horror stories, Short stories, Science fiction stories, Italo Calvino, Leggenda di Carlomagno, Anthology of horror, Antología de terror, Anthology of mystery, Antología de misterio, Scary stories, Scary Tales, Science Fiction Short Stories, Historias de ciencia ficcion


Estaba en el Museo contemplando extasiado el hermoso cuadro de Van Dyck “El beso de Judas”. De pronto sonó una voz detrás de mí, una voz queda y lúgubre, que me hizo estremecer de espanto.

— ¿Verdad, caballero, que yo tengo cierto parecido físico con el discípulo traidor del Hijo de Dios?

Me volví asustado.

El que me hablaba era un hombre de alta estatura, vestido completamente de negro, el cabello y la barba del color del azafrán, los ojos saltones, la piel colgante, amarilla por la ictericia…

— Y vea usted lo que son las coincidencias —añadió el desconocido— también me llamo Judas como el que vendió á Cristo.

Y sonriéndose tristemente:

— Pero no desconfié usted de mí…

Crea usted que en el fondo soy un buen hombre.

Y agarrándose de mi brazo, como si fuéramos amigos de toda la vida, me invitó á tomar un bock de cerveza.

Yo le seguí maquinalmente, entre asustado y curioso.

Ya en el café, el extraño personaje me contó su historia entre bock y bock de cerveza, hablando siempre con aquella voz queda y lúgubre, que daba escalofríos. No tenia nacionalidad conocida; era judío y había nacido de cualquier madre y de cualquier padre, no sabía dónde. Vivía solo en el mundo, sin mujer, ni hijos, ni amigos. Practicaba la medicina, aunque no era médico —Esto me ha proporcionado el placer —añadió sonriendo— de matar á mucha gente con toda impunidad. —Había viajado mucho, viajaba constantemente. Tenía casi tantos años como la Humanidad. Y le aburría a vida, y ya una vez había intentado suicidare colgándose de un árbol.

— Ya le he dicho á usted —concluyó — que no tengo amigos. Los hombres me inspiran un profundo desprecio. Odio, mejor. Pero usted, sin saber por qué, me ha sido simpático. Tiene usted cara de bueno y de inteligente. Así como yo me parezco al discípulo traidor, usted se parece al Maestro sublime. Y yo necesito, para salvarme, sentir algún afecto noble, amar á alguien, tener un amigo siquiera…

Y cogiéndome las manos y estrechándomelas nerviosamente entre las suyas, heladas como las de un muerto, añadió:

— Sí…, aunque usted no quiera, yo seré su amigo, su hermano… ¡La regeneración del mundo está en el amor! Yo he pasado la vida odiando al Hombre… ¡Si llegase á amar estaría salvado!

Tales of Mystery and Imagination