revenant
Noun:
1. One that returns after a lengthy absence.
2. One who returns after death.
Etimology:
French, from presentparticiple of revenir, to return, from Old
French. See revenue.
American Heritage Dictionary of the English Language
revenir
verbe intransitif
Sens 1 Venir de nouveau.
Sens 2 Retourner quelque part.
Dictionnaire de la langue française
Noun:
1. One that returns after a lengthy absence.
2. One who returns after death.
Etimology:
French, from presentparticiple of revenir, to return, from Old
French. See revenue.
American Heritage Dictionary of the English Language
revenir
verbe intransitif
Sens 1 Venir de nouveau.
Sens 2 Retourner quelque part.
Dictionnaire de la langue française
Se reunieron todos los gatos en los lindes de la muralla del pueblo, frente a la puerta norte, de repente, a plena luz del día; empezaron a llegar de madrugada y fueron tomando posiciones: los más viejos se tendieron al sol para remolonear durante la espera, mientras que los jóvenes llegaron un tanto más tarde para irse desplegando como una inquietud, dando latigazos ocasionales a diestro y siniestro con sus colas, nerviosas... Aguardaron al resto de sus congéneres y en cuanto se hallaron reunidos todos los del pueblo, se marcharon de él.
Lo hicieron juntos, a una. Gordos bien cebados, hembras en celo, sucios pulgosos, enfermos desvalidos, decrépitos desarrapados, hembras preñadas, cachorros castrados, señoriales mininos domésticos, jóvenes musculados por la caza. Los gatos se reunieron en asamblea ante las miradas atónitas de todas las gentes del pueblo, que no se atrevieron a disuadir a sus mascotas, sino que se limitaron a verlas marchar, a dejarlas hacer, embobados por lo turbador del espectáculo.
Y así fue como los gatos nos abandonaron. Se reunieron de repente y se fueron, caminando a paso ligero. Arrancaron la marcha al poco de congregarse junto al portón principal de la muralla. Primero se puso en pie un enorme y atigrado gato macho, articuló un exagerado bostezo y echó la mirada a la salida del pueblo. Los demás volvieron sus ojos en la misma dirección, poco a poco. Frente a ellos, la puerta norte que se abría al paso de una vieja calzada romana, a su vez flanqueada por un bosque de encinas en el que los gatos se adentraron sin más. Marcharon, unos muy juntos y otros más distantes, indiferentes todos, en una espantosa procesión que dejó a nuestro pueblo a merced del infierno. Y cuando nos abandonaron supimos que algo horrible había empezado.