A AQUELLAS HORAS DE LA NOCHE, el parque infantil parecía un cementerio donde yacía enterrada la infancia. La brisa arrancaba a los colu...

En una mañana de verano se encontraba un sastrecillo sentado frente a su mesa, cerca de la ventana; estaba de muy buen humor y cosía co...

I. Hacia Marga El retrete del bar La Verónica ni siquiera merece­ría ese nombre. Era un cuartucho maloliente, de una angostur...

A Juan Bonilla, que padeció su primera parte. Desde la terraza no puedo verlo , así que no sé qué tamaño tiene, ni de qué col...

-Podrías aprovechar el fin de semana para arreglar la lámpara del salón -sugirió Pilar, a modo de despedida. Hubo un tiempo en ...

El día que Mateo decidió subir a los infiernos a res­catar a la Dolores amaneció lluvioso. Fue esa misma lluvia la que lo despert...

Cuando Luz cumplió dieciocho años, su abuela Alba colocó en la puerta de la casa un cartelito que rezaba: se necesita novio. Tras múltip...

Lo cierto era que en la vida de Damián Ortega no había excesivas alegrías. Cada mañana ejecutaba el mismo ritual sonámbulo y anodino: s...

¿Cuánto? ¿Algo más de lo que dura un cigarrillo o lo que se tarda en escoger una corbata? ¿Aproximadamente el tiempo que se necesita ...

Lo primero que hice al llegar a mi apartamento fue desplomarme heroicamente sobre el sofá, con ese dramatismo un tanto vanidoso de ...

Los lunes, la ciudad tiene un despertar cansado de perra recién parida. Eliseo Barroso siempre asiste al remiso advenimiento del día t...

Alberto no descubrió cuánto necesitaba abrazar a alguien hasta que aquella anciana desconocida se le abalanzó con la intención de envol...

Antes de acudir a casa de mi abuela cacé una mosca. Era un ejemplar diminuto, de cuerpo gris metálico y ojos de un negro fulgura...